
Nuestra alma necesita del amor misericordioso del Señor para sentirse en paz y gozosa. El apartarse del Señor y resolver todas las situciones de la vida sín hacer referencia a nuestro Creador, se manifiesta de diferentes maneras, una de ellas es la angustia sentirse desamparado, agobiado por los problemas y por último no siente la alegría del don de la vida, y por consiguiente vive estresado, la enfermedad de este tiempo. Recibir al Señor, que siempre está dispuesto a nosotros como en el caso del Hijo Pródigo implica también una respuesta, que se da con el testimonio de nuestra vida.
Es obligación nuestra dar testimonio anunciando a Cristo, la Buena Nueva, no sólo con nuestras palabras sino manifestar nuestra fe con nuestras obras.
Asume el reto y di como San Pablo "Ay de mi si no Evangelizara" (1Cor9, 16)
Aprende a ser un católico de verdad viviendo y anunciando en tu familia, en la sociedad y en el centro de trabajo a Cristo, Camino, Verdad y Vida.
Ayuda a los demás con tu testimonio de pertenencia a la única Iglesia que fundó Cristo.
Recuerda: anunciar la pertenencia a la Iglesia Católica es la mejor manera de dar testimonio de Cristo en tu vida.
P. José