
Te saludamos, Corazón
admirable de Jesús,
te alabamos,
te bendecimos,
te glorificamos.
Dámoste gracias,
te ofrecemos
nuestro corazón,
te lo entregamos
y consagramos.
Recíbelo y poséelo entero;
purifícalo, ilumínalo y santifícalo,
a fin de que vivas y reines en él perpetuamente.
Amén.