Queridos hermanos (as): Vivimos en un mundo donde prevalece el egoísmo, la indiferencia frente a tantas situaciones de dolor, de violencia de injusticia y de toda clase de maldad que afecta a la vida del ser humano estas actitudes estan presentes en las familias, en el barrio, en el trabajo y en distintos espacios que compartimos la vida con los demás. No hay que hacer mucho esfuerzo para darnos cuenta que en nuestro país predomina la discriminación, el individualismo y la falta de amor. Ante estas situaciones deberiámos reflexionar acerca de nuestra responsabilidad como cristianos, nosotros vivimos en estos ambientes de manera pasiva, debemos dejarnos interpelar, porque los tiempos que nos toca vivir, exige con urgencia que en la convivencia humana, nacional e internacional, cada persona y grupos superen sus posiciones inamovibles. Estamos llamados a construír el futuro basado en el amor a Dios y al prójimo para edificar "la civilización del amor y de vida para todos". Y no se puede construir el futuro sin referirse a la fuente del amor, que es Dios el cual "tanto amo al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna"(Jn 3,16). Cada día Jesús nos invita a amar al otro sin mezcla de interés propio, el Amor surge de la voluntad de entregarse, así como Cristo nos amo de manera gratuita e incondicional y entregó su vida por todos nosotros. El lema de este mes es "AMAR ES...VIVIR LA SOLIDARIDAD". Nos toca vivir a todos en la cotidianidad de la vida, la solidaridad con todos, de manera especial con los más pobres; una solidaridad positiva y constructiva, un solidaridad para el trabajo, la justicia, la paz, para el bienestar y la verdad en la vida social (Juan PabloII) Que el Señor les bendiga a cada uno de ustedes y sus familias. Fraternalmente P. Justino Sota Mendoza