09 septiembre, 2009

Carta del Parroco

"Oh Madre Dolorosa! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios. Madre del Verbo encarnado"

Queridos hermanos y hermanas en el Señor:

El mes pasado hemos afirmado ¡Cristo cambia tu vida! Esto significa que tomando como referencia una escala de valores me doy cuenta de todo aquello que debo desestimar, quitar de mi vida, todo lo malo que hay en ella para ser un buen cristiano.

Jesús lo dice con las siguientes palabras: “El que quiere seguirme que se niegue asi mismo tome su cruz y me siga.

La pregunta es ¿Con que criterio voy a establecer mi escala de valores? Por supuesto que la respuesta es Cristo, y por eso podemos afirmar con toda convicción: “¡Tu palabra me da vida!.

Es la Palabra de Dios, transmitida al hombre por medio del Verbo Encarnado, que es el hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo quien establece nuestra escala de valores es decir las normas que nos permite llevar una vida plena de paz, justicia, armonía y devoción; por eso San Pablo en la Carta a los Hebreos afirma “La Palabra de Dios es Viva y más penetrante que espada de doble filo” (Heb.5,13)

Pero la Palabra de Dios será eficaz en la medida que la acogemos, como lo explica la parábola del Sembrador (Mt. 13, 1-9).

Esta parábola nos enseña que el cristiano debe de ser constante y perseverante en las tribulaciones para no sucumbir y desesperarse con las preocupaciones del mundo y por la seducción de acumular grandes cantidades de riquezas.

La Palabra de Dios hay que acogerla comprenderla y ponerla en práctica. Esto obliga al creyente a leer y meditar la Sagrada Escritura.

Para terminar recordemos lo que dice Aparecida:

“Se hace necesario proponer a los fieles la Palabra de Dios como don del Padre para el encuentro con Cristo vivo, camino de autentica conversión, renovada comunión y solidaridad (DA248).

Afectísimo en Cristo y María

P. José

Visita a la Zona "A" 16 al 20 Ago.


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